De Zaragoza a Miami. Puede parecer un prolongado trayecto, pero Sandra (@aquisandrax en TikTok) es capaz de acortar esta distancia a diario en sus redes sociales. La zaragozana acumula 2,8 millones de seguidores en TikTok, y desde ahí narra sus peripecias por el país criollo y cómo es existir en un sitio totalmente alejado de su casa, con sus pros y sus contras.
Sandra nació el 1 de enero del 2000 y se mudó a Estados Unidos con 16 primaveras gracias a una subsidio con la que pudo existir una experiencia estudiantil estadounidense en Oklahoma. Allí, conoció al que sigue siendo a día de hoy su pareja y llegó incluso a participar en el equipo de animadoras. Por simpatía, decidió quedarse un año más en Estados Unidos.
A pesar de tener tan solo 17 primaveras, pudo entrar a la universidad con un curso de prelación y comenzó a estudiar Medicina y Psicología. No obstante, acabó volviendo a Zaragoza con su novio poco a posteriori.
No fue hasta 2019 que se instaló definitivamente con su pareja en Estados Unidos, donde ya lleva cinco primaveras como residente trabajando de camarera y dedicándose a cualquier oficio que pudiera encontrar.
En 2021, a posteriori de la pandemia, publicó su primer vídeo en un TikTok: una fórmula con la que consiguió cientos de reproducciones y 12.000 seguidores. Virulento desde el primer momento, no ha dejado de informar desde entonces.
«Sé y deja ser»
La ‘influencer’ tráfico de usar sus redes para exhalar mensajes positivos. «Sé y deja ser» es el marca que utiliza en Instagram, donde tiene un divulgado de más de 268.000 personas.
La nuevo sube vídeos hablando sobre lo importante que es quererse a uno mismo, a la vez que mantiene a los ‘haters’ a guión. Igualmente publica sobre sus comidas favoritas, sus viajes por Estados Unidos y su estilo de vida.
En muchos de sus vídeos hace mención a España y a lo duro que es existir en la otra parte del mundo, allí de su grupo y amigos.
En uno de los clips que subió recientemente, y que se hizo virulento, la zaragozana menciona que una de las cosas que más echa de menos de la caudal aragonesa son las Fiestas del Pilar.
La nuevo dice que añora «las fiestas patronales de los barrios, de los pueblos, de las ciudades», y en específico «los Pilares». «Aquí eso no existe», lamenta.
Aunque lo que más echa de menos es la comida española, mínimo que ver con la saco.