Hace tan pronto como unos días, el edificio más notorio del Bronx, el Yankee Stadium, albergó la gran fiesta del hip hop. Una civilización que tiene en el rap su esencia y que acaba de cumplir medio siglo oficial. La evento la marca una fiesta en el 1520 de Sedgwick Avenue, en la misma barrio neoyorquina; Morris Heights, un compendio de calles duras, está a la categoría de la pequeña Dominicana en Manhattan, con el puente Washington sobre el río Harlem de por medio.
La celebración de cumpleaños de Cindy Campbell supuso que su hermano Clive, conocido como DJ Kool Herc (pionero en la técnica del ‘breakbeat’ en las mezclas), actuara en presencia de más muchedumbre de lo habitual y se prodigara a la hora de ‘tostar’ –balbucir– sobre la música, basada en la civilización del ‘soundsystem’ jamaicano surgida en los 50 en su Kingston oriundo. Con temas como ‘Skin Tight’, de Ohio Players, y el ‘Give It Up Or Turnit Loose’, de James Brown, ese pernio dejó un renta espiritual inmenso a una fiesta que en seguida adquirió el marchamo de inolvidable.
Aunque el término hip hop y la ética y estética subsiguientes del carácter se irían definiendo poco a poco, el consenso a la hora de situar el 11 de agosto de 1973 como el minuto cero del hip hop es tajante. Familia como Grandmaster Flash, otro de los pioneros, reconoció tan pronto como unos abriles más tarde la arte de Kool Herc a la hora de revolucionar el concepto DJ y automatizar este revolucionario desvío de los acontecimientos musicales en el Bronx.
Impacto mundial

La reverencia llega hasta hoy, y no hay rincón en el planeta rap que eluda ese sentimiento. El zaragozano Rapsusklei tuvo la ocasión de conocer a Kool Herc en Nueva York. «Tengo un tema, ‘Fresh’, con intro de Kurtis Blow, en el que hago un homenaje al hip hop clásico. Con Kool Herc estuve en 2016 y fue muy amable: por otra parte, tiene raíces jamaicanas, que tanto me gustan en la música. Nos invitó a una fiesta en la que pinchaba él, otro día nos llevó a un museo en el sur del Bronx, a posteriori a otra fiesta con Tony Touch… Fueron varios encuentros, porque mis amigos neoyorquinos, dominicanos de origen, son colegas suyos».
Rapsusklei peregrinó al ‘sancta sanctorum’ del carácter. «Me llevaron al 1520 de Sedgwick y quedamos con Herc y Coke La Rock, el primer MC. Fueron muy majos y para mí, imagínate, resultó todo un honor conocer en la misma cuna del rap al primer DJ y al primer MC de la civilización que tanto amo».
Si hubiera un pulso doméstico del asunto, que ya no lo hay, Zaragoza (con permiso de Sevilla) sería la ciudad del rap castellano por paradigma gracias al propio Rapsus, la almacén Rapsolo y Violadores del Verso, Mission Hispana, Potas y tantos otros adalides del carácter. Otro guía zaragozano destacado en esta civilización, Sharif, analiza la crecimiento del carácter y la aparición de nuevas derivas con una inspección plural, sin dejar de trazar una camino. «Pertenecer al hip hop en castellano no solo ha sido un orgullo, incluso ha sido mi brújula, poco que le ha legado sentido a mi vida, poco que me permitía surtir a la vez mi espíritu y satisfacer la congelador, mientras consigues conectar con muchedumbre que te dice que tu música le ha ayudado en algún momento. Cuando yo empecé en el rap, mi engendramiento representaba lo nuevo, y ahora, 20 abriles a posteriori, seríamos la vieja».
Sharif apunta que, «para mí, la principal diferencia de esta engendramiento con respecto a la nuestra, no está en los sonidos sino en la expectativa. Nosotros nos acercamos al hip hop solo desde la perspectiva de la pasión, del coito incondicional que solo piensa en dar y no en aceptar; no existía cero que aceptar en aquellos tiempos, y eso le daba pureza a nuestro momento. Una pureza y un alma que hay que intentar preservar, porque ahí se encontró el primer pulsación».
El productor zaragozano Nacho Downtempo recuerda que los pioneros vienen «de las calles más humildes. Unieron cuatro disciplinas que determinaron como hip hop. Es poco que he mamado desde chaval, que me enganchó desde el principio. Cuando pienso en los 50 abriles transcurridos, me hace notar como un simple espectador, ya que aquí en España llego tiempo a posteriori, cuando ya era una industria que daba mucho plata en Estados Unidos. Muchos pensaron que sería una moda pasajera. Tal y como yo lo concibo, de hecho, ya no está de moda, aunque el que yo escucho nunca estuvo de moda. Las nuevas tendencias le han restado protagonismo, pero si no hubieran sido el trap o el reguetón hubieran sido otras, como lo fueron el pop y el rock».
Abriendo las fronteras
Desde Huesca, la pollo cantante Lassi.O cree que «el rap de la vieja escuela es muy importante, nos ha llevado a lo que hoy somos como exponentes de la música urbana, y sigue actual con muy buenos artistas, pero la crecimiento de los ritmos incluso es fundamental y los nuevos géneros enriquecen, me encanta formar parte de esta crecimiento y que todo pase tan rápido. La civilización hip hop me ha acogido, he enfrentado mi sitio ahí, incluso con el bailoteo, la pintura… me ha hecho sentirme yo misma. Por cierto, me parece importante lo que ha dicho la Chata Flores sobre que el rap no es femíneo o masculino, solo rap. No me gustan los encasillamientos, la música es música».
Fila increíble en el Yankee Stadium
La gran fiesta del aniversario, denominada ‘Hip Hop 50’, reunió el pasado 11 de agosto a una pléyade de artistas en el Yankee Stadium del Bronx neoyorquino, construido hace poco más de una lapso frente a su histórico predecesor del mismo nombre.
Entre quienes desfilaron por el proscenio para rendir homenaje al rap, a DJ Kool Herc y a su hermana Cindy, conocida como ‘la primera dama del hip hop’, destacaron Sugarhill Gang, Kurtis Blow, Snoop Dogg, Lil Wayne, Ice Cube, Nas o Lauryn Hill. Por su parte, Run DMC puso la colmo con ‘Bottom of the ninth’, un espectáculo cuyo título alude al candado de un partido de béisbol, y que será su última comportamiento como dúo.