Johanna, autora del blog «Mamás viajeras».
«Delirar sin planes y con niños, ¡crimen!», avisa esta periodista influencer, una trotamundos de clan numerosa que revela cómo recorrer con pequeños sin expirar en el intento y sus tres escapadas favoritas por el ideal de España
20 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.
Antiguamente de ser raíz, era acertado dando vueltas por el mundo, cogiendo aviones, cruzando ríos, contando estrellas y conociendo países nuevos. Y, tras ser raíz, es acertado dando vueltas por el mundo, cruzando ríos, conociendo nuevos lugares…, pero su ritmo ha cambiado y su forma de recorrer asimismo. Johanna Saldón ha trabajado toda su vida como reportera de viajes y hogaño en televisión, en programas como España directo, Madrileños por el mundo, Esto es vida o Teleobjetivo. Hoy suma escapadas y seguidores en su cuenta de Instagram, Mamás viajeras. La ingenuidad de recorrer con niños salta a la perspectiva, con glamur, humor y consejos, en la aguja de marear de esta periodista trotamundos con más de 120.000 seguidores, que revela «la terraza escondida más bonita de Madrid», la forma de evitar las discusiones de verano en plena escape con los niños o cuál es la ciudad balnearia con más encanto de Portugal.
«Cuando me quedé gestante de mi primer hijo, trabajaba como reportera en España directo y viajaba por todo el país sin detener. Vengo de parentela viajera. Me fascina recorrer, y regalo que algunos solían decirme: ‘Tú viaja, viaja mucho, que cuando tengas al primer hijo, se va a arruinar’. Y dije: ‘Pues yo voy a intentar que no termine’». Cuando su primera hija cumplió los dos meses, cogieron ya un avión. Y siguió el planeo. Con el segundo hijo, al cumplir él un mes volaron a Canarias. ¿Falta cambió? Claro que sí, pero Johanna siguió disfrutando de su pasión, «adaptándola» a sus nuevas circunstancias. No renunció a recorrer, cambió el ritmo y abrió un blog. «Cuando buscaba información para recorrer en clan, sobre escapadas y hoteles para familias me costaba mucho encontrar. Y como soy periodista, dije: ‘Voy a informar yo’. Mamás viajeras nace de una carestia personal», cuenta.
Para ella, la esencia desde el principio fue dar a las familias viajeras «información serio, realista y maña». Así que todo empezó a cobrar forma en un blog, que viene a ser esa web que a Johanna le hubiera gustado encontrar en sus búsquedas cuando dio el brinco de viajera a «mamaviajera». «Y fui creando una comunidad que respondió superbién, porque el turismo en clan está en expansión, cada vez más. Los hoteles han readaptado su propuesta al turismo general», asegura.
Doce primaveras tiene ya Mamás viajeras. ¿Cómo es recorrer con clan numerosa, se puede ir con niños sin expirar en el intento ni dejarse el faltriquera? «Como en todo en la vida, diría hay que ser práctico, ilusionado y coherente. Sí, se puede recorrer en clan y hoy hay fórmulas para hacer viajes muy bonitos con niños, low cost. Hay plataformas que han democratizado los viajes en clan», afirma.
PLANÉALO TODO… Y TEN SIEMPRE UN PLAN B
Hay muchos hoteles en los que es inalcanzable alojarse si eres clan numerosa, «al menos si quieres evitar tener que estar en dos habitaciones». Pero, matiza, «hay muchas plataformas, como Airbnb, que ofrecen opciones. Hace quince primaveras no había estas opciones». Entre otras, menciona HomeExchange, que funciona con intercambio de casas. «Hay tantas que el que quiere recorrer viaja», asegura. ¿La esencia al recorrer con niños? Adaptarse. «Adaptarte tú y adaptar tus viajes. Yo no puedo recorrer con el ritmo al que lo hacía cuando no tenía hijos, claro. Pero sí puedo hacer viajes que me gustan adaptándolos a los niños, pensando en ellos. El éxito de un alucinación [con pequeños] está en averiguar el seguridad. Tienes que tener propuesta para los niños, pero no podemos estar todo el día en un parque saltando o en una piscina de bolas». ¿Cómo se logra ese seguridad? «Es importante al nominar el destino pensar qué le gusta a tu clan. Yo normalmente busco lugares que sé que les van a cautivar a mis hijos y siempre planes específicos para ellos. Este año, vamos a México. Y allí yo como adulta me iría a Chichén Itzá. Pero hemos buscado un seguridad para disfrutar todos: hacer esnórquel en Cozumel, ver cenotes… Yo no puedo priorizar mis inquietudes culturales, pero asimismo me niego a hacer un alucinación que sea cien por cien para niños. Como adulta, tengo unos intereses y creo asimismo que es fundamental que los niños se adapten un poco a esas visitas culturales. Pero, si vamos a Roma, no van a querer acaecer el día paseando Roma, sino que querrán estar en el parque de atracciones. Hay que compensar. Delirar es una oportunidad de que abran la mente. Les hace flexibles y les enseña cosas que no aprenden ni estudiando. Hay que conectar con esa curiosidad innata que tienen los niños y potenciarla viajando», considera esta viajera.
Hay que planear todo… y cambiar sobre la marcha, viendo cómo va. En Austria, por ejemplo, ella quería ver todo Viena. El bullicio empezó a crisparse cuando los dos niños que tenía entonces, de 2 y 4 primaveras, se cansaron de ver museos y palacios. «Estábamos enfadados, y esa confusión llegué al hotel y lo conté en Instagram. Al día subsiguiente tenía previsto ir al palacio de Sissi y, en cambio, fuimos al zoo, que es un planazo para los niños», detalla.
«El truco de un alucinación en clan que no error es llevarlo todo organizado con prelación… y luego retener improvisar. Esto es muy importante. Debes sobrellevar hecho el plan de cada día, pero, si en destino poco no funciona, hay que rodar, ser capaz de improvisar y averiguar un plan B. ¡Y a veces es mejor el plan B que el A! Hay que estar dispuesto a ser flexible e ir a la aventura». ¿Pero no vale ir sin más a la aventura, sin hoja de ruta, aunque luego los planes sean para saltárselos? «Un alucinación sin planes y con niños… ¡crimen! Debes sobrellevar las rutas, los hoteles, todo buscado y organizado, pero luego ser flexible. Me ha pasado muchas veces que la cosa va mal, o no es lo que esperábamos, y entonces… plan B. Uno de mis lemas es ese: muchas veces el plan B es mejor que el A, y no pasa mínimo. Es necesario tener plan, pero no hace errata cumplirlo de forma estricta», explica.
La inercia de la comodidad no le va a esta viajera que nunca se iría, confiesa, «quince días de asueto a descansar a la playa». Aunque siempre hay ciertos días de sus viajes que son «para hacer mínimo». «Si por mí fuera, estaría todo el día tirándome por tirolinas, pero hay que pensar en la clan, y mi marido me dice: ‘¡Cinco días de hotel y playita!’», comenta sobre el viaje a México de este verano.
¿Cómo evitar las discusiones con los niños en ruta general? «¿Cómo haces para que tus hijos no protesten?, me preguntan. Mis hijos protestan como todos, pero a veces hay que obligarles un poco, porque luego te lo agradecen. Ahora los dos mayores vienen un poco forzados, pero cuando vives cosas bonitas en clan, ¿cómo no lo van a rememorar luego?
«Nunca me iría en verano en clan a Nueva York», manifiesta quien en verano siempre elige destinos de naturaleza «y más montaña que playa».
De España, Johanna se queda, sin duda, con el ideal, especialmente con la zona de Cantabria (por su infancia), y de Europa con Alemania. «Uno de los viajes más bonitos que he vivido —revela— fue a la Selva Negra. Espectacular. Y Alemania es un país tan preparado para las familias… Igualmente es maravillosa toda la zona de Salzburgo».
Y menos mal que siempre nos queda Portugal… «Portugal es mi escapada recurrente. Voy todos los primaveras. Es un destino que lo tiene todo», asegura esta viajera que hoy tiene «el mejor trabajo del mundo».
Tres destinos top por el ideal de España, según «Mamás viajeras»
1. Galicia. «Baiona es un motivo que me encanta y un planazo en clan es coger un barco a las Cíes», propone.
2. Cantabria. «Me parece diferente y exclusivo el laberinto de Villapresente», dice.
3. País Vasco. Esta mamá viajera vasca de su tierra se queda con el hayedo de Otzarreta. «En otoño, parece un explicación», asegura.